La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro exhorta a la población a adoptar y reforzar medidas preventivas ante el incremento en el número de casos de dengue en México. Es fundamental eliminar todo tipo de criaderos de mosquitos, protegerse de las picaduras y solicitar atención médica oportuna en caso de presentar síntomas.
Con información al 3 de octubre de 2024, se han registrado mil 647 casos positivos en el estado de Querétaro. Se trata de mil siete mujeres y 640 hombres, dos con domicilio en el municipio de Amealco de Bonfil, 161 en Arroyo Seco, nueve en Cadereyta de Montes, dos en Colón, 20 en Corregidora, 11 en El Marqués, uno en Ezequiel Montes, uno en Huimilpan, 212 en Jalpan de Serra, 14 en Landa de Matamoros, cuatro en Pedro Escobedo, 306 en Peñamiller, tres en Pinal de Amoles, 706 en Querétaro y 195 en Tolimán. Se han registrado dos defunciones, una en el municipio de Peñamiller y una en Querétaro.
De los mil 647 casos, mil 335 casos son dengue no grave, 278 casos con dengue con signos de alarma y 34 casos con dengue grave. A nivel nacional, al 30 de septiembre se han reportado 70 mil 516 casos positivos de dengue y 172 defunciones por esta causa.
En el período de enero a agosto de 2024, las acciones de control de esta enfermedad que realizaron las y los trabajadores de las brigadas de vectores trabajaron en 67 localidades, teniendo un concentrado de 34.5 toneladas de c a c h a r r o s.
De la misma forma, se ejecutaron acciones de control larvario colocando abate en 36 mil 774 casas y 110 mil 342 depósitos, protegiendo a 100 mil 309 habitantes; se efectuó rociado intradomiciliario a ocho mil 499 casas, protegiendo a 40 mil 880 habitantes; se realizó fumigación espacial en diez mil 537 hectáreas; se colocaron 20 mil 648 ovitrampas en localidades de riesgo, con recolección de 158 mil 80 huevecillos.
Ante un caso probable de dengue se inicia con el protocolo para dar seguimiento epidemiológico y realizar la búsqueda intencionada de casos; al mismo tiempo, las brigadas de vectores realizan recorridos casa por casa para vigilar que no haya criaderos de moscos y efectúan acciones para eliminar al agente transmisor, por lo que se pide a la población permitir el acceso al personal, el cual asiste con identificación y uniforme para trabajar en las áreas en las que se localiza riesgo.