María del Carmen Aguilar es una maestra jubilada que por más 34 años trabajo como docente de escuelas públicas; fue en el año de 1972 que por primera vez estuvo al frente de un grupo en la comunidad de Vista Hermosa, Cadereyta; lugar que en aquellos años no contaba con acceso para camión y solo se podía llegar a pie en un recorrido de 4 horas y media desde la cabecera municipal, relató.
Comenzó a trabajar sin plaza, cubriendo interinatos; recuerda que era un reto convencer a los padres de llevar a la escuela a sus hijos, quienes en muchas ocasiones ayudaban en las labores del campo a sus padres.
Reconoce que su trabajo como maestra le ha regalado grandes satisfacciones al haber dejado una huella en la educación de sus estudiantes que en la mayoría de los casos tienen una carrera terminada.
Dice que el ser maestro requiere de vocación, renunciar a muchos momentos de la vida personal y noches de desvelo en las que se preparan clases o califican exámenes; pero sobre todo es un gran compromiso con la sociedad.
La maestra María del Carmen, dice sentirse satisfecha y con un sentimiento muy especial hoy 15 de mayo, Día del Maestro.